La primera era sobre Kate Gilmore, una tía americana que hace exposiciones en varios lugares del mundo, y esta era en la galería Maisterra Valbuena. La obra se llamaba "Pot, kettle, black". Consistía en un video proyectado en la pared sobre como hacía la obra, en otro lado una foto de la obra, y en otro, la obra. La obra era una estantería llena de floreros del Ikea llenos de agua sucia que Kate había ido poniendo.
Crítica: no sé qué pensar...menos mal que era gratis, eso sí. Por ser una inauguración te daban botellines de cerveza, pero como a mí no me gusta, salí de la galería con las manos vacías.
Siguiente galería, ésta en Formato Cómodo. La obra era de Carrasco y Mateos, un par de artistas que se dedican entre otras cosas al tema de la memoria histórica. Pues lo que había en la galería trataba de eso: el las paredes habían puesto unas teles muy bonitas con unos vídeos en los que sólo se veía el suelo del campo. La obra a primera vista no decía nada, pero al leer el título todo encajaba. Eran videos que enfocaban el lugar donde se había cavado una fosa ilegal para muertos de la Guerra civil española. El título de la exposición era "154.806 en 2.443, Alguien ahí", que daba a entender que la primera cifra eran los asesinados y la otra las fosas en las que están repartidas.
Crítica: bueno, esta tenía más gracia porque el contenido crítico destacaba bastante, además me pareció una manera interesante de exponer estos hechos. Además, había una bandeja con montaditos de chorizo, un chorizo muy bueno, lo malo es que no lo habían pelado. También había botellas de vino, y tuve que ayudar a un hombre a sacarle el corcho a una, porque el sacacorchos era de diseño moderno y no había dios que entendieses cómo carajo funcionaba. PERO LO HICE.
La última era en la galería Tercer Espacio, que seguro que muchos conocéis... no, es broma, no hay por qué conocerla, la verdad. En esta la exposición era de un artista llamado Ignacio Escobar, un pintor madrileño que hace obras que van desde la figuración hasta el realismo. Y de eso iba la obra, de sus pinturitas. Lo que más me ha llamado la atención es que ha recibido en 1998 una beca de una escuela de arte de Woodstock, ¡Woodstock!
Crítica: ¡¡¡el vino era horrible!!! qué cosa más asquerosa, y mira que a mí no me gusta, pero es que para que ese vino te caiga bien tienes que estar ido de la olla. Las obras, bueno, no estaban mal algunas, pero muy vacía comparada con la anterior, menos mensaje, ya sabes a qué me refiero.
Bueno, una buena experiencia que intentaré repetir el jueves que viene con otras tantas exposiciones, y luego...a ver a Youth Brigade!!